miércoles, 23 de septiembre de 2009

Caldo de pollo para la Tierra

Veranos más calurosos e inviernos más crudos. Dos consecuencias del cambio climático del que tanto se habla y que la mayoría no termina de entender. El problema va más allá y poco hacemos para resolver lo que ya está y evitar que se siga expandiendo.
Todos los días alguien opina de los desastres del cambio climático. Los humanos nos culpamos unos a otros de que estamos destruyendo nuestra casa grande.
Mejor sería que actuemos ya. Que cada quien asuma su función.
Necesitamos crear un plan de ataque. Porque muchos queremos ayudar y no sabemos por donde empezar.
Es increíble todo lo que se puede lograr con un mínimo de esfuerzo. Por ejemplo, con solo botar la basura en envases clasificados por plásticos, vidrios, metal, etcétera.

Experiencia japonesa

El gobierno de Japón propuso la iniciativa Cool Earth 50, (refrescar la tierra), con el que pretende disminuir a la mitad el nivel de CO2 antes del año 2050.
“Sin duda el problema del cambio climático se podría mitigar bastante. Todos los países debemos trabajar juntos a través de un proyecto de cooperación”, explica Akio Hosono, especialista japonés en temas de medio ambiente y cambio climático.
Tomando en cuenta la experiencia de su país, Hosono asegura que es posible bajar a la emisión del CO2, y una muestra es que en 30 años, dice, Japón ha logrado una eficiencia energética de un 38 por ciento.
Entre las políticas que implementa ese país asiático está el uso de más energía limpia como las renovables, y la disminución de la que se produce a base de hidrocarburos. Además, tienen la meta de utilizar la menos energía posible para producir la misma cantidad de productos.
“Es interesante ver que el producto interno bruto de Japón se duplica, en estos últimos 30 años, y el consumo de energía industrial no ha bajado. Lo más importante es que sin aumentar el consumo de energía se debe aumentar el producto interno bruto”.
Japón propone que se realicen más innovaciones para que contar con energías más limpias y también tener más eficiencia energética.


Akio Hosono fue embajador en El Salvador y funcionario de las Naciones Unidas por más de doce años en el área de Comercio y Desarrollo. Visitó recientemente Santo Domingo para dictar una conferencia sobre este tema.

Los ciudadanos son una pieza clave en el proyecto de salvar el medio ambiente. Entre las sugerencias de Hosono están que la gente aprenda a ver la basura no como un desecho sino como una importante fuente de energía, por lo que debe procurar clasificarla. Recomienda seguir la regla de las tres R: reciclar, rehusar y reducir la basura.
En Japón, afirma, el 60 por ciento de las empresas y el 92 por ciento de los oficinistas han asumido el plan “Cool Biz”, que consiste en vestir trajes más livianos, lo que ha permitido aumentar la temperatura de las oficinas unos dos grados y ahorrar energía.
Cualquier medida para contribuir a mitigar el calentamiento global, aunque parezca insignificante, es importante. Es tiempo de ablandar el pollo, pelar las papas y majar el ajo para prepararle un buen caldo a nuestra madre tierra, que agoniza. Unámonos para que no se siga deteriorando su salud.


De nosotros depende mantener el planeta verde.

Entre los estragos que ha causado el calentamiento Global, Hosono resalta que en la zona del Caribe preocupa la desaparición de muchos corales, que son el hábitat de los peces, en chile y argentina tienen problemas con la capa de Ozono, por ejemplo.
La situación de impacto del cambio climático es muy diferente en cada país. Los países andino tiene el problema que los glaciales están disminuyendo, en Centro América tienen el problema de los huracanes, entonces las medidas de mitigación son tan variables y tan diversas que urge adoptar medias y estrategias de medio ambiente”, indicó.
Dijo que en la sierra de los andes tienen satélites para monitorear que está pasando con el impacto del cambio climático en esa zona y en el mar Caribe. “Brasil está colaborando con un monitoreo de corte ilegal de bosques tropicales. Con esto, estamos trabajando entonces hacia el nuevo protocolo de Kioto, hacia cooperación internacional y tercero hacia nuevas innovaciones”.

lunes, 21 de septiembre de 2009

El poder de la música

Ayer la música refirmó una vez más que es un lenguaje universal. Ratificó que expresa un mensaje que todos entienden. No importa que se trate de chinos, italianos, argentinos, ecuatorianos, checoslovacos, franceses o ingleses, la música une.
Los acordes se sienten y transmiten sentimientos capaces de influir y cambiar actitudes y situaciones. Así quedó demostrado este domingo 20 de septiembre en el concierto “Paz sin fronteras” que lideró el colombiano Juanes y una fila de amigos que hicieron suyo el reto de entonar sus voces por una causa que enaltece.
La presencia de más de un millón de personas en la Plaza de la Revolución José Martí y los millones más que siguieron el evento desde sus casas es un llamado a la paz que urge en nuestros países. Y Cuba dio muestras otra vez de su solidaridad y disposición para que todo sea mejor.
La euforia de los artistas en tarima competía con la del público que por poco más de cinco horas aplaudieron y corearon cada tema.
“Vinimos a Cuba por amor y vencimos el miedo para estar con ustedes esta tarde y esperamos que ustedes también lo puedan vencer”, dijo un Juanes emocionado.
Me tocó trabajar en la sala de redacción justo la jornada del concierto pero lo pude disfrutar desde mi tribuna laboral. Y les cuento que me engranojé cuando ví en la pantalla de la televisión el apoyo de tanta gente y aún más cuando divisé nuestra bandera ondeando ente el público.
Fue un domingo de trabajo bastante particular, pues ninguno de los que estábamos en la redacción podíamos evitar fijar nuestros ojos en las imágenes del concierto.
Frecuentemente uno que otro se desviaba de sus labores para unirse simbólicamente a la algarabía que se vivía en Cuba.
El éxito del encuentro es una muestra de que lo que se puede lograr cuando los propósitos están claros.
Mantenerse firmes en nuestros objetivos e ir tras ellos teniendo oídos sordos para las opiniones odiosas y malsanas que pretenden apagar nuestros ánimos.
No hay obstáculo imposible de vencer para quien sabe lo que quiere y va por ello.
Aunque algunos lo tildaran de político, Juanes describe su intención con estas palabras: "Lo que hicimos ayer fue expresarnos todos y decir 'ya basta'. La gente joven de todo el mundo tenemos que manifestarnos y decir que estamos cansados de que nos impongan muchas cosas que nosotros no compartimos. Este mensaje del concierto de Paz sin Fronteras es eso, para que por lo menos a través de la música nos conectemos sin juzgar a alguien por su ideología, su religión o su condición".
Yo voto por la música sin fronteras por una paz que no conozca límites.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Terroríficas carreras de motoristas

Osadía. Motoristas se dan a la práctica de realizar competencias espeluznantes, corriendo a altas velocidades “planchados” en el motor. Agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte han intensificado las jornadas para frenar esa peligrosa práctica que amenaza la vida del motorista y de los demás transeúntes.


Son las 6:00 de la tarde. El sol está oculto casi en su totalidad. El miércoles todavía está claro. Cuatro jóvenes que evidentemente pasan por poco los veinte años aguardan a orillas de la autopista Seis de Noviembre, a escasos metros del peaje. Están sentados en sus motos, la mayoría estilo Honda 70 y Yamaha RX115: Unos aguardan apagados y otros en calentamiento.

El sonido ensordecedor del muffler cuando aceleran inquieta a los transeúntes. Quince minutos después se unen al grupo tres jóvenes que no llegan a veinte vividos.
El equipo está completo. La competencia empieza. Arrancan todos en caravana por el carril derecho de la autopista. Primero conducen sentados, y de repente con una extraña maniobra avanzan “como un rayo” acostados bocabajo en las motocicletas.

Las barbillas de los osados equilibristas rozan la punta del asiento delantero de las motos. Sus piernas quedan suspendidas en el aire a partir de las rodillas. La adrenalina corre a mil por sus venas.

El deseo de ganar y demostrar quien es el mejor les impide percatarse del peligro que les representa los autobuses, camiones y carros que pasan cerca a toda velocidad. Tampoco reparan en el riesgo que corren tanto ellos como los demás conductores.

La Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) conoce de esas actividades suicidas que se desarrollan en las principales autopistas del país. “Se han intensificado las jornadas para detener esa práctica”, explica el coronel Pascual Cruz Méndez, que hasta hace poco estuvo al frente del Departamento de Ordenamiento de Carreteras y actualmente es subdirector de Operaciones de la AMET.

Cruz Méndez expone que se ha redoblado la vigilancia en los puntos más frecuentados: la autopista 6 de Noviembre, el kilómetro 18 de la autopista Duarte y el kilómetro 37 (cerca de Bonao), en el cruce de Jarabacoa, así como en la Autovía del Este.

“El riesgo es bastante peligroso, porque el manejo temerario puede producir accidentes a terceros y para ellos mismos porque no tienen ningún tipo de seguridad, no usan cascos protectores. Ellos lo hacen por competencia, por dinero. Está en juego entre mil y 30 mil pesos para el ganador”, dice.

Puntualiza que los jóvenes prefieren correr en la noche y con las luces apagadas para dificultar que los agentes los atrapen.

“El problema para atraparlos es que se meten en vía contraria y hacen manejo temerario; a veces llegan a un punto que uno se sorprende en el instante. La mayoría no se logra detener”, reconoce el oficial.

El gerente del depósito de vehículos de la AMET (canódromo El Coco), teniente coronel (r) Virgilio Antonio Santiago García, explica que después de que los agentes retienen las motocicletas a sus conductores se les remite al Tribunal de Tránsito, que les asigna una sanción que normalmente se estima en mil pesos.

Luego de pagar la multa, el propietario del vehículo, explica, debe pasar por el canódromo a presentar sus documentos al día para que se le entregue su vehículo.

“Aquí se depositan motores por echar carreras entre dos y tres veces a la semana. En su mayoría se trata de jóvenes entre 18 y 22 años que se declaran inocentes y alegan que solo se hallaban en el lugar como observadores”, informa.

Vehículos especiales

Hay motos que se han sometido a un cambio tan drástico que parecen obras de arte. Se notan los mimos dispensados por sus propietarios en la delicada pintura con diseños estrafalarios y los adornos que tienen colocados de manera cuidadosa para darles un toque personalizado. Algunas motocicletas tienen adaptadas piezas propias de passolas.

Retenidos en el canódromo El Coco se observan esos vehículos con dos mufflers, cuando lo común es que tengan uno, amortiguadores especiales y la parte que guarda el motor agujereada.

El coronel Pascual Cruz Méndez apunta que para lograr una mayor efectividad en las carreras y más alta velocidad les quitan el aparcador (burro) y los guardalodos, les cambian los aros, también los asientos por unos más planos. De igual forma, dice, les cambian los carburadores y buscan uno de más capacidad.

Acción de las autoridades

En el reciente período julio-agosto la AMET ha retenido y enviado al Canódromo 45 motocicletas, cuyos conductores fueron sorprendidos realizando carreras y maniobras imprudentes en las autopistas.

El informe detalla que en el corredor de la Seis de Noviembre, que comunica al sur del país, se han retenido 12 motocicletas. La autopista Duarte registra la mayoría de las retenciones, con 17 motos de las más conocidas marcas. En la autopista de Las Américas se retuvieron tres motores. Mientras que en la Autovía del Este se sumaron 13, informó el relacionista público de la institución, Miguel Medina.

Medina expresó que se han sumado a la vigilancia de carreteras nuevas unidades de camionetas para hacer más eficiente el trabajo. Si tienen sus documentos de propiedad en orden, los dueños de esos vehículos pueden tenerlos devuelta en un día de trámites.

Publicado en El Caribe

jueves, 17 de septiembre de 2009

Explosión

Media isla que mira un continente
se siente pequeña en el horizonte cuasi infinito
que la separa de la grandeza.
Suspira lejos de un pedazo de tierra
que parece enorme
ante sus pocas latitudes.
Tiene sus anclas en el Caribe,
oxidadas de tantas estaciones
envueltas en raíces que anudan fuerte.
Ni el tiempo que agobia,
ni la distancia que duele,
la despiertan de sus sueños
procreados sin estrellas,
sin lunas, sin noches oscuras.
Aquellos sueños que no conocen horario,
en los que navega por el mediterráneo.
Imagina que lava sus penas
en las aguas del Arno,
que moja sus anhelos
en el lago Como,
hasta que vuelva el Big Bang
a explotar
para juntar lo que diseminó atrás.
Entonces, todo será uno
para no separarse jamás.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Muchas escuelas, pocos policías

La labor de la Policía Escolar es apreciada en los planteles donde actúan, y anhelada en los que no están. Pero sus filas son insuficientes para suplir la demanda.


Foto: Carlos Mejía

Al principio, la idea era que ayudaran a los escolares a cruzar la calle. Diez años después, las obligaciones de la Policía Escolar han aumentado. Y con ellas sus integrantes, pero aún son pocos.

Apenas el ocho por ciento del total de centros educativos del país cuenta con uno o dos agentes. El resto tiene que ingeniárselas como pueda.

La Dirección General de Policía Escolar cuenta con 1,110 miembros activos repartidos en 400 centros educativos. Se registran unos 5 mil 300 edificios donde funcionan 13 mil liceos y escuelas (un sólo plantel alberga varias escuelas diferentes divididas en tandas matutina, vespertina y nocturna).

“Se ha implementado un sistema de patrulla y monitoreo para las escuelas que no tienen policía o donde hay poco personal de seguridad. Ellos hacen contacto con los directores, en especial en aquellas en que han denunciado problemas”, informa el director general de la Policía Escolar, coronel Francisco Romer López.

El oficial, con seis meses al frente de esa dependencia, explica que tiene el interés de aumentar la tropa. Para lograr ese objetivo, asegura que trabajan para formar en los próximos días una nueva promoción.

“El interés es que en todas las escuelas haya un agente, priorizando los centros que se tornen conflictivos, porque no es una constante que los estudiantes incurran en hechos delictivos”, apunta.

La jornada de esos guardianes inicia antes del izamiento de la bandera. Durante el día se mantienen merodeando el entorno hasta que llega el mediodía y suena el timbre de despachar a los alumnos. Entonces, retoman su primera función de dirigir el tránsito para que los estudiantes puedan trasladarse sin inconvenientes.

El respeto y orden que fomenta esa figura ha permitido reducir al mínimo la incautación de armas blancas, los disturbios entre pandillas y la presencia de drogas en planteles donde antes esas irregularidades eran frecuentes.

“Las riñas prácticamente no existen. Casos como agresiones por bandas o que volaron las verjas o casos de drogas, nada de eso. Lo poco que ha ocurrido han sido riñas y en raras ocasiones se les despoja de cortaplumas”, explica.

Son más las opiniones a favor. El representante de la Sociedad de Padres y Amigos ante el consejo escolar de la Secretaría de Educación, Alejandro Cáceres, argumenta que impera que se aumenten los integrantes de ese cuerpo policial para poder satisfacer, al menos, la demanda de escuelas que están en zonas vulnerables a la delincuencia.

“Ellos realizan una labor encomiable. Enviamos muchas solicitudes, es lamentable que no haya personal para cubrir esas necesidades”, expresa.

Garantías de un ambiente seguro

Amplia formación

En 1999, la Policía Nacional creó el Departamento de Policía Escolar. En el 2003, el decreto 220 del Poder Ejecutivo la eleva a dirección general con la misión de dar plena seguridad a la comunidad educativa nacional, incluyendo sus instalaciones físicas y propiedades patrimoniales, además de velar por la tranquilidad y el orden en los centros educativos y su entorno.

Tienen presencia en el Distrito Nacional, San Cristóbal, Peravia, Azua, Barahona, Pedernales, Santiago, San Pedro de Macorís, Monte Plata, La Romana, El Seibo y San Francisco de Macorís.

Aparte de la tradicional formación policial, esos centinelas son capacitados en derechos humanos, primeros auxilios, sobre el Código de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, control de pandillas, antiterrorismo, defensa personal, procedimiento penal, manejo de armas cortas, control de motines, combate de incendios, drogas, resolución pacífica de conflictos y tránsito, entre otros.

Además, están entrenados para actuar en situaciones de desastres y emergencias tomando en cuenta que en temporadas ciclónicas las escuelas funcionan como albergues.

“Participamos en reuniones con los directores y padres de los alumnos para estar comunicados y conocer sus inquietudes”, enfatiza López.

En lista de espera

Varias escuelas llevan años a la espera de que les asignen un agente de seguridad para acabar con el acoso de pandilleros que usando mil tretas logran internarse en sus pasillos para agredir o hurtar.

Algunas atribuyen su urgencia al peligro que amenaza a los estudiantes para llegar a la escuela porque están ubicadas en zonas de congestionado fluyo vehicular.

Son los casos de las escuelas básicas Chile, en San Carlos; y República Dominicana, en Villa Juana; así como el liceo María Auxiliadora, sito en el sector del mismo nombre, todas en el Distrito Nacional.

Por otro lado, algunas autoridades docentes guardan la desagradable experiencia de haber lidiado con policías escolares irresponsables que muy poco o nada aportaron a la preservación del clima de paz en los ámbitos que les correspondió vigilar y hay quien los llama “inoperantes”.

El coronel López afirma que esos son casos aislados, porque en general los agentes demuestran una conducta adecuada. Para evitar ese tipo de incidentes, indica, cuentan con supervisores que periódicamente evalúan el desempeño del equipo.

“Tratamos de dar asistencia a todo lo que está a nuestro alcance para que todo marche bien. Tenemos un tribunal disciplinario donde se rinden las faltas y se corrigen”, dice.

Los agentes están a la disposición de los maestros

Entre las funciones del policía escolar no está la de inmiscuirse en las normas establecidas dentro de las aulas, a menos que el maestro o director le solicite su intervención.

Por ejemplo, en la escuela Socorro Sánchez, del sector Villa Duarte, si la dirección se entera de que estudiantes planean disturbios en clases, el maestro procura la presencia del policía escolar para que calme los ánimos de los jóvenes.

“Si alguna información nos llega, como medida de prevención realizamos requisas sorpresivas para evitar que los muchachos se peleen. El agente también hace un recorrido por los pasillos para constatar que todo esté en orden. Contamos con él en la tanda matutina desde las 7:00 a.m. hasta las 12:30 p.m.”, puntualiza la directora Amanfis Cuevas.

Esta particular guardia ha sido concebida como una red de conciliadores, no como represores.

Sólo los supervisores portan armas de fuego, el personal a su cargo tiene una macana y un chaleco reflectivo para realizar su trabajo.

Ahora visten de pantalón verde y camisa manga corta de un tono más claro de ese color identificada con el escudo de la institución. Próximamente se les cambiará el uniforme a pantalón azul oscuro, camisa azul claro.

Publicado en El Caribe

viernes, 4 de septiembre de 2009

El encanto de empacar y desempacar


No sé qué será mejor, si ser el viajero que regresa o ser el anfitrión que recibe. En incontables ocasiones me ha tocado ser la que la regresa a casa después de vivir largas estancias en el extranjero.
Arreglar todo para marcharme a disfrutar de la aventura de conocer un espacio distinto al que se desenvuelve mi cotidianeidad, no es problema para mi. La maleta está lista en un par de horas.
Pero cuando se trata empacar para despertar del sueño y volver a la “realidad”, armar el viaje es cuestión de semanas, en el mejor de los casos.
Una mezcla de emociones porque se acerca el tiempo de estar con los míos, a los que después de una período lejos estamos hartos de extrañar. Pero también, sin ni siquiera reservar vuelo, de cuando en vez se asoma la nostalgia de lo que estás por dejar a un lado. No te has ido y comienzas a extrañar el nuevo horario de vida que adoptaste. Sensaciones que te abruman sólo con saber que la despedida está cerca.
A mí todo se me manifiesta en el estómago. Me entran cólicos, paso días sin sentarme en el baño o a veces no me da tiempo ni de levantarme de allí.
Y viene esa incertidumbre de no saber si debes quedarte, si la mejor decisión es regresar o si te vas a adaptar otra vez a la rutina.
Compras el vuelo decidida, empujada sobre todo por ver a los amigos del alma y a la familia que amas, que añoraste siempre. Comprendes que estás loca por regresar porque has vivido tanto y has sido tan feliz que quieres contarlo. Deseas compartirlo con quienes sabes van a celebrar contigo.
Entre ese revoltijo de cosas se esparce un vaho de tristeza cada vez que se acercan los días de partida. Esos días en los que la fecha de tu vuelo ya comprado es el centro de tus conversaciones.
El hálito triste se hace intenso cuando empiezan las despedidas de las personas que conociste y que pronto se convirtieron en familiares pasajeros y amistades eternas. Se espesa en las juntaderas en las que te emborrachas y lloras, donde a los que se quedan les juras que volverás y les animas a que te visiten.
Aunque se duda la marcha, el corazón late impulsado por partir a donde realmente pertenece.
Algo de todo esto vive mi hermano ahora. Estoy segura.
Gabi se pasó todo el verano y un poco más en Carolina del Norte, en un intercambio cultural. Esta ha sido su temporada más larga fuera de casa.
Es sólo cuestión de días para que lo volvamos a ver andando en su pasola, para que lave el carro blanco ¿de mami? con el propósito de irse de parranda. Estamos a ley de menos de una semana para que manito retorne a su afán de ir y venir del trabajo y la universidad.
Mami ya sabe el menú con el que lo va a esperar. No faltará lasaña, pollo, ensaladas y el sabroso moro de guanduelos de mi tía Santa. Y un letrero inmenso que dice "Bienvenido a Casa" colgado a la entrada de la sala, rodeado de vejigas de colores. Un montón de sorpresas le esperan, como la panza de mi hermana más grande porque mi sobrino poco a poco se hace mayor.
Manito ni se imagina que no hay un día que no hablemos de su llegada, que estamos todos entusiasmados, que casi nos da taquicardia de la emoción. Quizás ignora que estamos arreglando su cuarto, lavando las cortinas de sus ventanas, cubriendo su cama con sábanas limpias enjuagadas en agua con oloroso suavizante.
Ni idea tiene Babilovich de que se nos dibuja una sonrisa cuando pensamos que pronto estará de vuelta. Que hemos confirmado los detalles de su vuelo cuchucientas veces para estar a tiempo en el aeropuerto.
Manito no sabe eso. Eso lo sé yo perfectamente porque ahora a mi me toca ser la que recibe a quien regresa.
Qué bueno que ya casi casi estás aquí manomino!!