sábado, 17 de abril de 2010

Atenta, mujer, no seas víctima de la trata

Para una efectiva lucha contra el tráfico de niños y mujeres urge  proveer a la población de más educación e información sobre cómo defenderse de ese negocio ilícito en el que se estima se mueve unos 32 billones de dólares al año, explica Eva Biaudet, representante especial y coordinadora de la lucha contra la trata de personas en Viena.

Biaudet afirma que los niños componen la mayor parte de las víctimas del tráfico de personas y que se estima que una mujer sometida a la prostitución o la esclavitud doméstica produce a su traficante unos 80 mil dólares al año.
En América, indica, existen unas siete mil personas que se dedican al tráfico de personas. Para enfrentar esa situación propone que los países se integren en un plan serio y constante de información para que las potenciales víctimas sepan cómo defenderse.
“El problema y las cifras son mucho mayores de lo que podemos decir”, dijo Biaudet que desarrolla en Viena campaña de prevención sobre este problema y asiste a víctimas.
Biaudet pronunció una conferencia sobre la situación de la trata de mujeres y niños en un taller que realiza la oficina de Finlandia de la organización no gubernamental Plan Internacional. En ese evento, que inició el reciente martes 6 y se extiende hasta el 17 de abril, se han reunido 20 periodistas de Africa, Finlandia y República Dominicana para tratar problemas que afectan a la población infantil de estas regiones.
Biaudet apunta que la gente no denuncia los casos, por lo que es importante educar e informar sobre qué hacer si se conoce o se es víctima de ese tipo de abuso.
“El tráfico de personas es el peor crimen del mundo porque siempre se usa la violencia, la persona pierde su libertad y dignidad. Es difícil apresar a los traficantes porque someten a las víctimas a un estado de terror para que no los delaten o tampoco les permiten contacto con el exterior”, expuso.
En muchos casos los traficantes no secuestran sino que usan maniobras, intimidación y amenazas para que la persona se sienta obligada a cumplir con sus mandatos.
“Hay que educar a las mujeres sobre todo a las jóvenes menores de 17 años, que si alguien ofrece empleo debe investigar bien acerca de ese empleador y de la empresa de la que se trata y nunca entregue a nadie su pasaporte. Es fácil explotar a alguien que está fuera de su país porque está solo y no tiene dinero”.
Opina que cada país es responsable de que continúe ese negocio ilícito debido a que no tienen leyes que sancionen fuertemente ese crimen y por la demanda que tienen.

1 comentario:

Sheila dijo...

Este es un negocio mundial, que cada día crece más, y son más sus tentáculos. No le veo visos de acabar, pues los beneficios económicos que deja y el poder tras los tratantes de blancas son muy fuertes. Mientras las mujeres no tengan acceso a educación, a empleos dignos, muchas no tendrán más alternativa que aceptar cualquier tentadora oferta que le hagan, donde no se le exige más que ser joven y tener ciertas cualidades físicas.