martes, 7 de junio de 2011

Muchos mangos, pocos mercados

La cita de este año con los mangos en Baní ya tiene fecha. ExpoMango 2011 se celebrará del 16 al 19 de junio en la plaza Joaquín Incháustegui.
Les invito a degustar la dulzura de esta fruta en mi querido pueblo, en una feria donde se exhibirán las variedades, habrá concursos, visitas a plantaciones, conferencias y talles, presentaciones artísticas, entre otras actividades.
 A orillas de la carretera próximo a Baní encontramos puestos que venden la variedad banilejos.

La feria se realizará en momentos en que las tierras agrícolas de los campos de Baní parecen alfombras de mangos, porque en estos días la provincia Peravia se encuentra en plena producción de esa fruta.
Mangos abundan, lo que falta es mercado para colocar el producto a nivel internacional.

El primer vicepresidente de la Asociación Banileja de Productores de Mangos (Abapromangos), Manuel Castillo, afirmó que más de la mitad de la producción se pierde en las fincas porque no tienen salida.

Los inconvenientes varían dependiendo del tipo de mango que se trate. Por ejemplo, sobre el mango Keitt, que se exporta a Europa, Castillo indica que el 40% se queda y como no tienen plantas para procesarlo están forzados a ubicarlos en el mercado local, que está saturado.

La pulpa del mango se puede aprovechar para dulce, mermelada, jugos, helados, productos para el cabello, cremas humectantes para la piel. “Tenemos que darlos a precios muy bajos que no alcanzan ni para cubrir los gastos o dejarlos perder en la finca”, apunta.

Sobre la variedad Banilejos, expone Castillo que el obstáculo principal es que el comercio se limita a tres lugares de Estados Unidos: Manhattan, Nueva York y Conneticut. Además, dice que el 80% se pierde en las fincas porque solo cuentan con una planta de tratamiento para preparar el mango para la exportación.

Abapromangos reúne a más de 120 productores de los que ochenta están activos. De 56, 429 tareas que hay sembradas en San Cristóbal, Peravia, Azua y San Juan, el municipio de Baní se encuentran más de 30 mil tareas, de ahí que se ganara el título de Capital del Mango. En total, hay más 1, 100 plantaciones entre las cuatro provincias.
Esta es la variedad Keitt para exportación.

La producción de mangos se presenta tan atractiva que la mayoría de los agricultores dejaron de cultivar otros rubros para dedicarse a sembrar esa fruta porque el proceso es más fácil y tiene menos riesgos de pérdida. Sin embargo, Andrés Onésimo Mejía, expresidente y actual vicepresidente de Abapromango, advierte que esa tendencia podría traer consecuencias negativas: “Si esto sigue, en Baní van a escasear los víveres y vamos a pagar 30 pesos por un plátano. Otra cosa es que el mercado no es suficiente ni para los mangos que hay”.

Mejía señala que cada año exportan unos 200 furgones, cuando el amplio nicho que representa Europa es para llenar 600 o 700 furgones. “Si recibimos la ayuda, en un par de años creo que podemos llenar 500 contenedores a los mercados tanto EEUU como Europa”, argumenta Mejía, que tiene su plantación en la localidad El Cañafístol.
Un furgón puede contener entre 45,000 a 47,000 unidades. Los precios oscilan entre ocho y 12 pesos depende de la clase del mango y de la época.

El Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana registra que el año pasado se exportaron mangos por valor de US$ 4, 859,083.26, 0.3% menos que el año pasado, cuando la cifra ascendió a US$4,874,127.05. Aunque en términos económicos la cifra disminuyó, la cantidad de mangos exportados fue mayor el año pasado, 5, 480,596 kilogramos, frente a 5, 373,493.29 del 2009.

En el año 2007, la exportación de mangos ascendió a US$ 2, 496,411.82.Los principales países a donde se destina el fruto de acuerdo a la CEI-RD son Holanda, Reino Unido, Cánada, Estados Unidos y España.

El presidente del Clúster de Mango, Rafael Leger, expresó que están participando en ferias internacionales para abrirse nuevos mercados. Asegura que ya han logrado incursionar en Japón, Canadá y Europa del Este.

Onésimo Mejía toma mangos afectados por el parásito La Cochinilla.

Problemas para regar las plantaciones

El vicepresidente de Abapromangos Andrés Onésimo Mejía expuso que en la localidad El Cañafístol los productores tienen serios problemas con el regadío porque depende de un sistema de bombeo eléctrico y los apagones no dan tregua.

“Tardamos cuatro días en regar una plantación que si contáramos con energía eléctrica permanente se concluiría en un solo día”, indicó.

Dijo que se han acercado al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos para que instale un sistema continuo en un reservorio que está a unos 300 metros de las plantaciones pero no han acogido su propuesta.

Mejía afirmó que una plaga que afecta al mango es La Cochinilla, un parásito que se presenta como una capa blanca que arropa a la fruta y las hojas.

El proyecto de Villa Fundación

Productores lamentan el estado de abandono en que se encuentran las 5,100 tareas que pertenecen al proyecto de mangos que el gobierno de Hipólito Mejía (2000-2004) desarrolló en el distrito municipal Villa Fundación. La iniciativa integra a 149 productores.

El Poder Ejecutivo conformó una comisión para que le diera seguimiento a la situación, compuesta por el director del Ministerio de Agricultura, el Instituto Agrario Dominicano y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, el Clúster de Mango, entre otros.

Andrés Mejía la calificó como infuncional porque no está compuesta por los productores de la zona que son quienes verdaderamente, considera, les duele el proyecto.

“Ese proyecto pudo haber producido este año más de 40 millones de pesos, porque hace dos años que produjo 20 millones y tenía menos matas que ahora. Es penoso lo que ocurre ahí”.

Mejía dice que no se llegó a un acuerdo con el Banco Agrícola que le retuvo los fondos a los cooperativistas, quienes dejaron de regar las tierras.

Rafael Leger indicó que el proyecto necesita del gobierno una decisión firme para rescatarlo y la participación de todos los sectores. “Falta sembrar unos árboles que ya se han muerto, Si se aúnan esfuerzos y se identifican los obstáculos que impidien que progrese, se puede recuperar”.

jueves, 2 de junio de 2011

El oficio de las comadronas, don divino

Personaje. En la zona rural del país todavía se encuentran algunas comadronas, aquellas mujeres que de manera empírica aprendieron el oficio de realizar partos. Esta figura es cada vez menos común ya que la cobertura de salud es más completa.
Mamá Posita junto a una parte de sus "hijos".

A Mamá Posita todos la conocen en Botoncillo, Azua. Es la “mamá de ombligo” de más de cien niños que trajo al mundo por su labor de comadrona.
Tuvo 17 embarazos, pero sólo conservó siete hijos. Perdió la suma de los nietos. De los biznietos cuenta que hay unos 30.
“Ay mija, eso lo aprendí de mi mamá, que era una comadrona de línea. Yo me puse aprender y salí con una oportunidad dichosa. Nunca se me perdió un niño de los que yo cogí. Aquí se enfermaban los niños y se morían. Desde que yo aprendí a ser comadrona no se ha muerto un niño jamás”, recuerda la menuda mujer, que a sus 83 años conserva ánimo jovial y una lucidez envidiable.
Botoncillo, con unas 48 viviendas, se quedó detenido en la época de 1940, cuando  Matilde Rosa Delgado o Mamá Posita inició sus labores de partera. Las humildes viviendas de esa sección de Padre Las Casas son de madera o tejemaní, con techo de zinc y algunas con piso de tierra. La gente recoge leña para encender los fogones de la cocina. Hace poco que se instalaron los cables de la energía eléctrica.
Hogar de doña Posita.

Para llegar a donde doña Posita se cruza el río al medio y se sube un empinado camino pedregoso. La clínica rural más cercana a Botoncillo, inaugurada en 1993, se encuentra a unos ocho kilómetros, en el distrito municipal Las Lagunas.  
Desde el último parto de Mamá Posita han pasado dos años. Abandonó esas labores por los dolores que le provocan el reumatismo en los brazos y las manos. Pero conserva los escasos utensilios que hacen falta para recibir un niño, “por si se presenta una emergencia”, dice.
Sus manos son la principal herramienta. No requiere ayudantes. Tiene una cubeta que llena de agua tibia, una pequeña toalla y una tijera para cortar el cordón umbilical. “Yo lo que tengo es entendimiento. El Señor Dios es que me ha ayudado a hacerlo todo decentemente y con orden. Esto es un don”, apunta.

Felicia García, de 48 años, y Nery Delgado, de 43, también son comadronas en Botoncillo. Corroboran lo que dice Posita de que se trata de un don de Dios, porque ellas tampoco recibieron prácticas de cómo recibir un bebé. Dicen que la demanda ha bajado bastante porque las mujeres prefieren ir a los hospitales.

Estadísticas del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social reflejan que el 98 por ciento de los partos son institucionales, es decir, que se realizan en hospitales o clínicas. Las cifras que restan no registran los niños que nacen por comadronas, porque el Ministerio desconoce esa figura. Sólo cuentan aquellos bebés que la madre dio a luz de manera fortuita, que por alguna razón no le dio tiempo de llegar al centro de salud. Esa es la que pare en el camino, en el carro, en la calle o en una guagua.

Melania Mateo, que parió tres de sus cinco hijos asistida por comadrona, recuerda la calidez y el buen trato que recibió de esa figura. “Era mejor que parir en una clínica. Las enfermeras no tienen esa paciencia que tiene una comadrona”, opina.

Historia

Las comadronas recibieron a la mayoría de los niños que nacieron a finales de los años ’40 en el país, cuando todavía aquí no había especialidades médicas en el área de atención a la mujer. Los primeros pediatras y ginecobstetras se graduaron en el extranjero, en 1960, indica José Deláncer Despradel, director materno infantil del Ministerio de Salud Pública. “En 1970 se crearon las primeras residencias de esas especialidades en el país”, dijo.
El niño que nace con una comadrona es educado con la concepción de que debe prodigarle el mismo respeto y amor que dispensa a una madre.
La partera se encarga de dar seguimiento a la madre y al bebé después del parto. Durante los 41 días que ellas determinan deben estar “de riesgo”, cuidan de que la madre no “coja sereno” ni se lave la cabeza. Doña Posita se encarga de prepararle remedios para limpiar el organismo de las recién paridas.

Testimonios

Felicia García
Comadrona

“Yo uso aceite dulce (de maíz) para darle masaje al vientre. Voy chequeando como avanza el niño y le voy diciendo a la madre qué es lo que tiene que hacer para que el bebé salga. Le digo que esté tranquila y cuando debe pujar”.

Nery Delgado
Comadrona

“No cobro ni un centavo por ayudar a una mujer a parir. Dios nos ha dado ese don para que ayudemos sin interés. Es una alegría para mí cuando tomo en mis manos un niño. Esa es la satisfacción más grande”.

Abraham De León
Nació con partera


“Aquí todo el mundo quiere a Mamá Posita. Míreme la edad y todavía le beso la mano. Le vengo a dar su vuelta, porque eso me enseñaron desde chiquito. Yo la veo como mi mamá. Ella es mi mamá de ombligo”.

Publicado en El Caribe