sábado, 20 de noviembre de 2010

Aquellos días en los que manda el amor

Érase una vez dos mejores amigas que se enamoraron de dos mejores amigos. Corría el verano de un año que no quiero especificar cuando María y yo andábamos juntitas, cual pluma ligera que el viento eleva. Este par de chicas estaban felices con ese "dos para dos".
No nos cambiábamos por nadie. Jajajá ¡qué risa! Cada vez que me acuerdo… Lo que hoy ambas calificamos como una locura, en ese momento de éxtasis era para nosotros tan fácil y normal.
Hay que ver la “porquería” que se vuelve una cuando está enamorada. Para María y para mí no había distancias largas que nos impidieran llegar a donde nuestros “romeos”. El trayecto que antes nos pesaba si no era en autobús, el estado de enamoramiento que nos secuestró lo convirtió en un agradable paseo que disfrutábamos caminando.
¡Ay Dios mío! Y lo rápido que llegábamos a ese destino. Recorríamos esos kilómetros raudas y felices.
Cantábamos todo el día. Una musiquita nos alegraba el alma. No había cosa más apreciada que el teléfono móvil: todo el santo día lo llevábamos encima a la expectativa de recibir ese mensaje de amor. Vivíamos pensando en regalitos para sorprender a nuestros amados. Eran simples detallitos como CDs de canciones románticas seleccionadas y grabadas por nosotras mismas, dulces o un delicado papelito en el que escribíamos mensajes tiernos. A mí me encantaba dibujarle un par de corazones en una esquina.
Cuando el amor te acompaña chateas, chateas, chateas… por horas, horas y horas… ¡y no te cansas! ¡no te pesa! Increíble.
Lo irreal adquiere lógica. Se pone una como más bonita, le suda la belleza, irradiamos una energía que el otro no puede obviar.
Todo marcha. Los días se vuelven de colores encuentras soluciones y las letras fluyen para actualizar tu blog.
Ay sí, esta última parte me consta. Miro mi lista de actualizaciones y confirmo que los meses en que el amor me ha rondado hay más publicaciones. Tienes más ganas de todo.
Pero por más que parezca inofensiva, nunca le falta la espina a la rosa. Esas dos mejores amigas también sufrieron enamorarse de esos dos mejores amigos. Y que mal la pasamos cuando la burbuja explotó. Nos volvimos una “porquería mayor”. La tristeza desplazó los colores de nuestros días para teñirlos de gris. El final de la relación nos estacionó en el dolor. Todas las canciones de desamor nos pegaban –¡ojo! prohibido escuchar la radio esos primeros días-. Un amargue total. Se nos fue la inspiración. Zarparon las ganas de escribir en el blog.
Recuerdo que para esos días nublados, por semanas no hubo algo interesante en mi pizarra. Nada. Solo expresiones tristes y opiniones generales de temas  poco relevantes.
Se rompió la relación y con ella mi inspiración, mi arte de escribir bonito.
Pasaron semanas, hasta que mis dedos volvieron a dibujar letras porque pensé en aquellos días en los que el amor mandaba. 
Te cuento, vuelves a escribir porque ya no duele tanto recordar. Ya había aprendido a pensar en ese amor sin llorar. Y en vez de maldecir porque terminó, me sentía con valor para agradecer porque sucedió. Cada experiencia es única, te marca de manera distinta. Unas son más profundas que otras.
El tiempo pasa y te revive. Te miras y te adviertes que más vale que te recuperes. Es un ciclo. Es la vida: caer, levantarse, volver a intentar, lograr equilibrio… te caes, te levantas, vuelves a intentar…
Vuelves a intentar, sin olvidar.

2 comentarios:

Maritere dijo...

Hermanitaaa...cuánta risa y nostalgia me produjo leer esta entrada, uff me llevaste a recordar esos días agridulces. Hay que ver que el tiempo lo cura todo y como se puede pasar de tanta tristeza a la total indiferencia..pero lo que si es verdad es que mientras dura, el amor es hermoso, maravilloso, cuánto se disfruta, eso sí. jejej Qué lindos tiempos pasamos amiga, brindo por eso..TQM

Felivia dijo...

Yo también elevo mi copa, hermana: Salud!!! Qué buenos tiempos hemos vivido juntas. Doy gracias a Dios por eso.
Y sí, el amor es maravilloso!!! Nos pone al derecho y al revés, pero nos da una felicidad como ninguna otra experiencia en la vida.
Un abrazote :D