jueves, 10 de marzo de 2011

De vender yaniqueques a ser víctima de explotación

Si los que están llamados a velar por la seguridad de los niños (sus padres) son quienes los entregan al peligro, ¿qué esperanza nos queda?
Los dejo con este reporte de Unicef sobre la explotación sexual infantil en RD.

Por Unicef
 Yulissa tiene 13 años y lleva poco tiempo siendo explotada sexual y comercialmente en lo que considera “un negocio temporal”, al cual llegó sin procurarlo y hoy desea salir.  Dice que su madre no trabaja por lo que  depende del dinero que Yulissa recibe de los explotadores, en la mayoría extranjeros, que visitan las playas de Boca Chica.

 “Cuando me viene a hablar de las cosas que hago para ganar dinero,  yo le pongo dinero en la mano y ella de una vez  se ríe, entonces, me dice mi hija cuídate, pero ya ella tiene lo suyo. Si no llevo nada, estamos mal”, relata al hablar de las razones por las cuales sigue siendo víctima de la explotación sexual comercial.
En la misma ciudad de Santo Domingo, en una zona más alejada de donde vive Yulissa, Teresita, también de 13 años, mientras sostiene a su bebé de 7 meses afirma “La forma de este país obliga a las mujeres a tirarse a la calle. En este país no hay hombres porque los poquitos que hay se han vuelto que lo que hacen es que embarazan a las niñas. Mi abuela tiene 38 años, ella tuvo a mi mamá con casi 15. Mi mamá me tuvo a mí a los once y ella tiene ahora 24 años”.

Teresita explica que es ella quien tiene que mantener a su hijo, y para hacerlo está siendo explotada sexual y comercialmente, porque el padre de su hijo no la ayuda.

“Primero ayudaba a mi mamá a vender yaniqueques en la playa, después me quedé limpiando zapatos con los muchachos,  y después de ahí, nos pusimos a guiar turistas a la tienda. Uno los saluda,  se hace amigo de ellos, les va hablando, hasta que  uno le pregunta que quiere y nos dice”, cuenta Luisito, otro niño víctima de explotación sexual comercial.

Los explotadores de niñas, niños y adolescentes pueden ser cualquier familiar, vecino cercano, turista, u otra persona con interés de obtener satisfacción sexual a cambio de dinero o especie.  Es una forma de esclavitud moderna.

Esta problemática será discutida ampliamente en el país del 16 al 18 de este mes durante el desarrollo del Congreso Subregional sobre Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes, en la que participarán expertos de países de Centroamérica y República Dominicana.

Las fiscalías de Niñas, Niños y Adolescentes (NNA), en Santo Domingo, notificaron 653 casos de violencia, maltrato y explotación de personas menores de edad, durante solo seis meses en 2010.

La cifra consta en los Resultados Preliminares del Estudio de Violencia, Abuso y Explotación a Niñas, Niños y Adolescentes Registrados en once Fiscalías de la República Dominicana, donde se precisa que del total de 1,683 casos de abuso registrados, el 35.6% fueron notificados por la Fiscalía de Delitos Sexuales de Santo Domingo.

Este tipo de explotación vulnera la seguridad del niño, que corre peligro de abandono, muerte, de contraer enfermedades como VIH y Sida, y de sufrir deficiencias físicas y emocionales.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) colabora en el país desde los años 90s con la Comisión Interinstitucional Contra el Abuso y la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes en la búsqueda de soluciones contra esta forma de violación de los derechos.

Para lograr un verdadero desarrollo se debe proteger a la infancia de la violencia, el abuso y la explotación.

*El nombre y el lugar donde viven estos adolescentes han sido cambiados para proteger su identidad.

Información ofrecida por el Fondo de las Naciones Unidad para la Infancia (Unicef).

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