viernes, 2 de enero de 2009

Pedalear, el más económico combustible


Fotos: Diario de Sevilla

Con un casco y unos guantes se prepara Paul para tomar el transporte que lo lleva a su trabajo cada mañana. Este parisino no se traslada en moto, aunque así parezca su atuendo. Realmente usa la bicicleta, un invento centenario que cada vez más gana auge en ciudades europeas como transporte público.

Conocidas son las características de limpieza, sostenibilidad y, sobre todo, economía de este transporte. Precisamente, éstas se cuentan entre las motivaciones para que más ciudades ofrezcan el servicio de alquiler de bicicletas públicas. Es una tendencia reciente en Europa adoptada bien sea como una manera de descongestionar el tránsito o como una medida para ayudar a la descontaminación del medio ambiente.

Al igual que Paul, miles de personas repiten la rutina de pedalear para ir al trabajo o simplemente llegar a donde desean en ciudades como Estocolmo, Lyon, París, Friburgo, Berlín, Ámsterdam y Barcelona, donde desarrollan este programa de préstamos ejecutados por sus ayuntamientos.

Además de dotar al ciudadano de bicicletas, el ayuntamiento se encarga de adecuar carriles bicis suficientes, crear parqueos en los sitios claves de la ciudad y colocar las oportunas señalizaciones que regulen este transporte y guíen al usuario.

Tomando el caso de España como referencia, un estudio realizado por la revista Consumer Eroski refleja que Sevilla es la ciudad que ofrece el mejor sistema de bicicletas públicas, junto a San Sebastián.

El proyecto Sevici arribó a su primer aniversario el pasado julio con más de 77 mil abonados, 1.600 bicicletas disponibles, 175 estaciones abiertas y 84 kilómetros de carril. Sevici, que había iniciado con 3.000 bicicletas y 30 estaciones, pretende ampliarse a 2.500 vehículos y 250 puestos.

Para poder usar las bicicletas públicas hay que abonarse. Existen dos tipos de abono: de una semana (5 euros) y anuales (10 euros). Además, se exige una fianza de 150 euros al cliente para sufragar posibles destrozos que le causen al vehículo.

La media diaria de alquileres en Sevilla es de unos 12.000, mientras que cada bicicleta tiene un índice de rotación de siete usos diarios.

El concejal de Infraestructuras para la Sostenibilidad del cabildo sevillano, Antonio Rodrigo Torrijos, en una rueda de prensa en la que realizó un balance del primer año de este servicio informó que la mayoría de los trayectos se registran de lunes a viernes entre las ocho y las nueve de la mañana, las dos y las tres de la tarde, y las ocho y las nueve de la noche. Esto indica que se trata de un medio de transporte utilizado para ir al trabajo en mayor medida que para el ocio o la diversión.



Dificultades que enfrenta el sistema de alquiler

La alta demanda de este servicio ocasiona algunos inconvenientes, por ejemplo, en determinadas horas el usuario no encuentra estaciones disponibles para dejar la bicicleta, al encontrarse todas llenas, sobre todo en las horas pico. De ahí que se torna imperioso que se habiliten mucho más aparcamientos que bicicletas.

Las bicicletas son susceptibles de robo y víctimas de vándalos que las deterioran. En París, en un año se robaron unas 3000 bicicletas. Mientras que en Sevilla (que cuenta con mucho menos bicicletas que la ciudad francesa, respetando las distancias, claro está) se contabilizó en igual periodo el robo de unas 80 bicicletas. Además, sólo en una noche desaprensivos pincharon las ruedas de 214 bicicletas en 14 estaciones. “La iniciativa ha sido muy bien aceptada y cuenta con un respeto masivo, sin que por ello esté exento de los efectos de algunos vándalos”, apuntó Torrijos.

Otro detalle a tomar en cuenta es la garantía de seguridad que ofrece el sistema de renta tanto para el usuario como para el viandante. En el caso de Sevilla, las bicicletas tienen seguro, pero no cubre los daños a terceros sólo responde por el ciclista en caso de accidentarse.

El ciudadano no hace nada con tener cientos de bicicletas a su disposición si no tiene las vías necesarias para pedalear, por tanto, es preciso adecuar bastantes kilómetros para que se pueda dar un servicio óptimo. Si no hay carriles suficientes, que incluyan al menos las principales vías de la ciudad, el cliente no valorará factible hacer suyo el uso de este transporte.



El apogeo

La implementación del sistema de préstamos de bicicletas trae consigo de forma natural la creación de carriles bici. Por ello, muchas personas se han animado a usar sus propias bicicletas para salir de casa.

Entre ellos está José Suárez, que recorre todos los días unos cinco kilómetros en bici para llegar a su trabajo y regresar a su casa. “Antes solo la usaba para pasear, pero ahora, como hay mas carriles disponibles, salgo con la bici a todas partes” expresa.

Ante esta situación, los ayuntamientos deben poner de su parte y crear para estos usuarios aparcamientos y las facilidades necesarias a los fines de que el uso de la bici vaya en aumento.

Para sumarse a los usuarios de este transporte se exige respeto a una serie de medidas: llevar casco protectores y que la bici esté en correcto estado tanto de frenos, luces y condiciones de las ruedas. De lo contrario el pedaleante deberá asumir la responsabilidad de una multa por parte de las autoridades de tránsito.

Turismo en bicicleta

En Sevilla varias compañías se dedican al alquiler de bicicletas a turistas. Una opción diferente y bastante práctica: conocer Sevilla en bici, que le permite al visitante coordinar su propia ruta y andar la ciudad a su aire.
El plan incluye la bicicleta, un mapa y un audioguía mp3 que detalla los datos más relevantes de los lugares históricos, información general de la ciudad y las leyendas conocidas en la ruta que marca el mapa.
Hay rutas planificadas y otras compañías que solo alquilan las bicicletas.

Mi impresión del uso de la bicicleta en Sevilla

Cuando llegué a Sevilla apenas se ponía en marcha el Sevici. Sin embargo, no era extraño encontrarse con gente pedaleando por todas partes y no exactamente de paseo. Lo que me sorprendía era ver a las mujeres con sus faldas largas o sus vestidos cortos y a los hombres con sus chaqueta y corbata en puro pedaleo. Sin complejos.
Pensé que esa sería una buena alternativa para mi República Dominicana, en especial para la capital que presenta tantos taponamientos en el tráfico. Y hasta se me ocurrió un eslogan y todo: Vámonos en bicicleta: por una vida saludable, por un medioambiente sostenible.
Luego pensé que no sé si con el calorazo que nos ataca casi todo el año esto fuera factible. Pero creo que para recorrer distancias cortas no estaría mal. Yo me apunto si se llega a implementar.
Creo que primero habría que empezar una campaña de concienciación sobre los beneficios de usar la bici. Además, sobre el respeto que debe existir entre el ciclista y el peatón. De igual forma, tendríamos que dejar de lado una serie de complejos que tenemos entre los que cito que si no es en carro no podemos movernos.
Podríamos empezar por habilitar carriles bici, para que la gente vaya sacando sus bicicletas entre semana, ¿que creen?
Termino asegurándoles que a pedales también existe una vida muy apasionante.

4 comentarios:

Vacacionesmorales dijo...

Hola Felivia, antes que nada decirte que soy un amante de la bicicleta y del deporte en general. Me encanta desplazarme por sevilla y la manera mas adecuada de hacerlo me parece paseando. Ni que decir tiene, que la creación del carril bici en Sevilla ha sido de las cosas mas positivas y con mayor efecto positivo en la ciudad que han realizado en los últimos años. Por supuesto que tendrán que seguir evolucionándolo e ir puliendo detalles para mejorar, amén de que los viandantes nos vayamos acostumbrando a andar sin sobresaltos... (bueno, espero que algún día lleguemos al nivel de Holanda con una tasa de ciclista del 50 %). Me parece además que los argumentos a favor de la bicicleta urbana no deben basarse sólo en aspectos económicos (costos, beneficios), ambiental (contaminación, ruido) o de eficacia en el transporte. El centro de la argumentación debe ser de tipo ético, en el terreno de los valores: La circulación en bicileta no solo es placentera sino, además, moral y eticamente es más solidario con el resto de los seres humanos, con la supervivencia del planeta, con las futuras generaciones, con la igualdad de los seres humanos....Además los paises mas avanzados del mundo social y culturalmente tienen una gran tradición ciclista. ej. Paises Nórdicos
Aun así, me parece contradictorio que se quiera fomentar el transporte público y baje tanto el precio de los combustibles, que seguramente tendría que ser así para autobuses, taxis, Aviones,....Pero (y que conste que a mi me afectaría como a cualquiera)no crees que con esa bajada de precios se contribuye mas al uso del coche a nivel particular?
Besos

Felivia dijo...

Muy buenas tus observaciones, Oliver, muchas gracias! Coincido contigo en que el uso de la bicicleta es la actitud más solidaria que podemos tener con el resto de los seres humanos, con la supervivencia del planeta. Por otra parte, recuerda que el precio de los combustibles influye en muchos ámbitos, como en el comercio y los precios de los productos, por ejemplo. Además, creo que con la dificultad para encontrar aparcamiento que se sufre en ciudades como Sevilla, creo que no importa que el combustible sea económico, pocos se entusiasman a usar sus vehículos ;) Te dejo un abracito!

Anónimo dijo...

Excelente entrada sobre cómo Sevilla ha sabido explotar la bicicleta como medio de transporte. Ojalá que otras ciudades, sobre todo en América Latina, puedan emular ese ejemplo. Te felicito.

Esther Campusano dijo...

En nuestro país no se puede por el calor, los complejos de la gente, el salvajismo de los conductores y las calles no estaán preparadas pa esos trotes..