sábado, 19 de septiembre de 2009
Terroríficas carreras de motoristas
Osadía. Motoristas se dan a la práctica de realizar competencias espeluznantes, corriendo a altas velocidades “planchados” en el motor. Agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte han intensificado las jornadas para frenar esa peligrosa práctica que amenaza la vida del motorista y de los demás transeúntes.
Son las 6:00 de la tarde. El sol está oculto casi en su totalidad. El miércoles todavía está claro. Cuatro jóvenes que evidentemente pasan por poco los veinte años aguardan a orillas de la autopista Seis de Noviembre, a escasos metros del peaje. Están sentados en sus motos, la mayoría estilo Honda 70 y Yamaha RX115: Unos aguardan apagados y otros en calentamiento.
El sonido ensordecedor del muffler cuando aceleran inquieta a los transeúntes. Quince minutos después se unen al grupo tres jóvenes que no llegan a veinte vividos.
El equipo está completo. La competencia empieza. Arrancan todos en caravana por el carril derecho de la autopista. Primero conducen sentados, y de repente con una extraña maniobra avanzan “como un rayo” acostados bocabajo en las motocicletas.
Las barbillas de los osados equilibristas rozan la punta del asiento delantero de las motos. Sus piernas quedan suspendidas en el aire a partir de las rodillas. La adrenalina corre a mil por sus venas.
El deseo de ganar y demostrar quien es el mejor les impide percatarse del peligro que les representa los autobuses, camiones y carros que pasan cerca a toda velocidad. Tampoco reparan en el riesgo que corren tanto ellos como los demás conductores.
La Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) conoce de esas actividades suicidas que se desarrollan en las principales autopistas del país. “Se han intensificado las jornadas para detener esa práctica”, explica el coronel Pascual Cruz Méndez, que hasta hace poco estuvo al frente del Departamento de Ordenamiento de Carreteras y actualmente es subdirector de Operaciones de la AMET.
Cruz Méndez expone que se ha redoblado la vigilancia en los puntos más frecuentados: la autopista 6 de Noviembre, el kilómetro 18 de la autopista Duarte y el kilómetro 37 (cerca de Bonao), en el cruce de Jarabacoa, así como en la Autovía del Este.
“El riesgo es bastante peligroso, porque el manejo temerario puede producir accidentes a terceros y para ellos mismos porque no tienen ningún tipo de seguridad, no usan cascos protectores. Ellos lo hacen por competencia, por dinero. Está en juego entre mil y 30 mil pesos para el ganador”, dice.
Puntualiza que los jóvenes prefieren correr en la noche y con las luces apagadas para dificultar que los agentes los atrapen.
“El problema para atraparlos es que se meten en vía contraria y hacen manejo temerario; a veces llegan a un punto que uno se sorprende en el instante. La mayoría no se logra detener”, reconoce el oficial.
El gerente del depósito de vehículos de la AMET (canódromo El Coco), teniente coronel (r) Virgilio Antonio Santiago García, explica que después de que los agentes retienen las motocicletas a sus conductores se les remite al Tribunal de Tránsito, que les asigna una sanción que normalmente se estima en mil pesos.
Luego de pagar la multa, el propietario del vehículo, explica, debe pasar por el canódromo a presentar sus documentos al día para que se le entregue su vehículo.
“Aquí se depositan motores por echar carreras entre dos y tres veces a la semana. En su mayoría se trata de jóvenes entre 18 y 22 años que se declaran inocentes y alegan que solo se hallaban en el lugar como observadores”, informa.
Vehículos especiales
Hay motos que se han sometido a un cambio tan drástico que parecen obras de arte. Se notan los mimos dispensados por sus propietarios en la delicada pintura con diseños estrafalarios y los adornos que tienen colocados de manera cuidadosa para darles un toque personalizado. Algunas motocicletas tienen adaptadas piezas propias de passolas.
Retenidos en el canódromo El Coco se observan esos vehículos con dos mufflers, cuando lo común es que tengan uno, amortiguadores especiales y la parte que guarda el motor agujereada.
El coronel Pascual Cruz Méndez apunta que para lograr una mayor efectividad en las carreras y más alta velocidad les quitan el aparcador (burro) y los guardalodos, les cambian los aros, también los asientos por unos más planos. De igual forma, dice, les cambian los carburadores y buscan uno de más capacidad.
Acción de las autoridades
En el reciente período julio-agosto la AMET ha retenido y enviado al Canódromo 45 motocicletas, cuyos conductores fueron sorprendidos realizando carreras y maniobras imprudentes en las autopistas.
El informe detalla que en el corredor de la Seis de Noviembre, que comunica al sur del país, se han retenido 12 motocicletas. La autopista Duarte registra la mayoría de las retenciones, con 17 motos de las más conocidas marcas. En la autopista de Las Américas se retuvieron tres motores. Mientras que en la Autovía del Este se sumaron 13, informó el relacionista público de la institución, Miguel Medina.
Medina expresó que se han sumado a la vigilancia de carreteras nuevas unidades de camionetas para hacer más eficiente el trabajo. Si tienen sus documentos de propiedad en orden, los dueños de esos vehículos pueden tenerlos devuelta en un día de trámites.
Publicado en El Caribe
Son las 6:00 de la tarde. El sol está oculto casi en su totalidad. El miércoles todavía está claro. Cuatro jóvenes que evidentemente pasan por poco los veinte años aguardan a orillas de la autopista Seis de Noviembre, a escasos metros del peaje. Están sentados en sus motos, la mayoría estilo Honda 70 y Yamaha RX115: Unos aguardan apagados y otros en calentamiento.
El sonido ensordecedor del muffler cuando aceleran inquieta a los transeúntes. Quince minutos después se unen al grupo tres jóvenes que no llegan a veinte vividos.
El equipo está completo. La competencia empieza. Arrancan todos en caravana por el carril derecho de la autopista. Primero conducen sentados, y de repente con una extraña maniobra avanzan “como un rayo” acostados bocabajo en las motocicletas.
Las barbillas de los osados equilibristas rozan la punta del asiento delantero de las motos. Sus piernas quedan suspendidas en el aire a partir de las rodillas. La adrenalina corre a mil por sus venas.
El deseo de ganar y demostrar quien es el mejor les impide percatarse del peligro que les representa los autobuses, camiones y carros que pasan cerca a toda velocidad. Tampoco reparan en el riesgo que corren tanto ellos como los demás conductores.
La Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) conoce de esas actividades suicidas que se desarrollan en las principales autopistas del país. “Se han intensificado las jornadas para detener esa práctica”, explica el coronel Pascual Cruz Méndez, que hasta hace poco estuvo al frente del Departamento de Ordenamiento de Carreteras y actualmente es subdirector de Operaciones de la AMET.
Cruz Méndez expone que se ha redoblado la vigilancia en los puntos más frecuentados: la autopista 6 de Noviembre, el kilómetro 18 de la autopista Duarte y el kilómetro 37 (cerca de Bonao), en el cruce de Jarabacoa, así como en la Autovía del Este.
“El riesgo es bastante peligroso, porque el manejo temerario puede producir accidentes a terceros y para ellos mismos porque no tienen ningún tipo de seguridad, no usan cascos protectores. Ellos lo hacen por competencia, por dinero. Está en juego entre mil y 30 mil pesos para el ganador”, dice.
Puntualiza que los jóvenes prefieren correr en la noche y con las luces apagadas para dificultar que los agentes los atrapen.
“El problema para atraparlos es que se meten en vía contraria y hacen manejo temerario; a veces llegan a un punto que uno se sorprende en el instante. La mayoría no se logra detener”, reconoce el oficial.
El gerente del depósito de vehículos de la AMET (canódromo El Coco), teniente coronel (r) Virgilio Antonio Santiago García, explica que después de que los agentes retienen las motocicletas a sus conductores se les remite al Tribunal de Tránsito, que les asigna una sanción que normalmente se estima en mil pesos.
Luego de pagar la multa, el propietario del vehículo, explica, debe pasar por el canódromo a presentar sus documentos al día para que se le entregue su vehículo.
“Aquí se depositan motores por echar carreras entre dos y tres veces a la semana. En su mayoría se trata de jóvenes entre 18 y 22 años que se declaran inocentes y alegan que solo se hallaban en el lugar como observadores”, informa.
Vehículos especiales
Hay motos que se han sometido a un cambio tan drástico que parecen obras de arte. Se notan los mimos dispensados por sus propietarios en la delicada pintura con diseños estrafalarios y los adornos que tienen colocados de manera cuidadosa para darles un toque personalizado. Algunas motocicletas tienen adaptadas piezas propias de passolas.
Retenidos en el canódromo El Coco se observan esos vehículos con dos mufflers, cuando lo común es que tengan uno, amortiguadores especiales y la parte que guarda el motor agujereada.
El coronel Pascual Cruz Méndez apunta que para lograr una mayor efectividad en las carreras y más alta velocidad les quitan el aparcador (burro) y los guardalodos, les cambian los aros, también los asientos por unos más planos. De igual forma, dice, les cambian los carburadores y buscan uno de más capacidad.
Acción de las autoridades
En el reciente período julio-agosto la AMET ha retenido y enviado al Canódromo 45 motocicletas, cuyos conductores fueron sorprendidos realizando carreras y maniobras imprudentes en las autopistas.
El informe detalla que en el corredor de la Seis de Noviembre, que comunica al sur del país, se han retenido 12 motocicletas. La autopista Duarte registra la mayoría de las retenciones, con 17 motos de las más conocidas marcas. En la autopista de Las Américas se retuvieron tres motores. Mientras que en la Autovía del Este se sumaron 13, informó el relacionista público de la institución, Miguel Medina.
Medina expresó que se han sumado a la vigilancia de carreteras nuevas unidades de camionetas para hacer más eficiente el trabajo. Si tienen sus documentos de propiedad en orden, los dueños de esos vehículos pueden tenerlos devuelta en un día de trámites.
Publicado en El Caribe
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1 comentario:
eso vi yo cuando un día venía de Guayacanes, estan locos, no tienen respeto ni por su vida ni por la de los demás
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