domingo, 1 de agosto de 2010

Sin reservas

Mi boca rebosante de besos para ti
se inquieta y te reclama.
No le caben tantos colores y sabores.
¡Ay cuando estés!
¿Qué será de ti?
Mi boca desconoce la piedad.
Te asaltará con besos a puñados,
de esos eternos,
que producen cosquilleo,
indescriptibles.
Besos, muchos.
De esos infinitos,
exclusivos para enamorados,
que empiezan en los labios
y se extienden más allá.
Sientes que te elevas.
Increíbles.
Con besos, a chorros, te recibirá  mi boca
para empaparte de cariños.
Besos de los que nos dejan exhaustos,
que succionan el aliento.
Parece que moriríamos asfixiados,
pero no, transmiten vida,
energia, placer, gozo.
Besos, por montones.
De esos que apasionan y aturden,
que te ponen a vibrar.
De los que sorprenden.
Besos a mares,
que sumergen profundo.
De esos que no quieres que se acaben,
a los que respondes porque van a tu ritmo.
Los que llenan el alma.
Te dejan satisfecho, completo, pleno.
Besos sin tiempo.
De los que no tienen hora,
que te pasan del día a la noche sin darte cuenta.
¡Ay cuando estés!
De mi boca lloverán besos para ti.

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