viernes, 21 de mayo de 2010

Huellas

Sólo basta que mis manos
recuerden a tus manos
pasear por mi cuerpo desnudo
para saber que no te olvido.
Sólo basta que mis labios
recuerden a tus labios
tibios, suaves y tiernos.
Y sé que no te has ido.
Sólo basta que mis ojos
recuerden a tus ojos
como marrones, como claros, como miel.
Entonces extraño verme en ellos.
Solo basta que mi corazón
recuerde como late el tuyo
cuando estamos cerca,
juntitos, calientes, sudorosos,
excitados, abrazados, hechos uno.
Y que mi pensamiento confirme
que te tiene retenido.
Estás aquí, inamovible.
Sigues aquí, haciendo estragos,
provocando quererte.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hello precious That watched so sweet you have, she is worthy of a as beautiful angel as vos! A Agrégame kiss to the Messenger: jfrancisco70@hotmail.com
Francisco

Felivia dijo...

Hello Francisco,
Thanks for visit my blog :)

mariateresamorel.blogspot.com dijo...

Amiga te me has vuelto poeta..
Que lindo!
Esos son los estragos del amigo Cupido que hacen que la inspiración brote por cada poro. Yo tu, fuera recopilando todos esos poemas que has escrito y me fuera preparando un libro. te auguro éxitos ;)
Saludos

Felivia dijo...

Aaaayy Maritere, así es, Cupido no para de hacer travesuras!
Que conste que tú no te quedas atrás, he leído de ti verdaderas joyas. Sigue escribiendo!!

Gracias por tu ánimo, amiga.
Un abrazo enooormeee :)