domingo, 31 de mayo de 2009

Espacios públicos privatizados

Caos. El Gran Santo Domingo luce arrabalizado en varias zonas con la aglomeración sin control de mercaderes informales. Enormes letreros y llamativas publicidades que copan algunas de las principales avenidas son un criadero de contaminación visual.
El cemento y el asfalto en muchos barrios ocupan incluso las áreas que debieron conservar su vegetación para que los munícipes disfrutaran de la naturaleza. Autoridades municipales y del Distrito Nacional manifiestan que casi a diario realizan operativos para despejar esas áreas públicas pero que los ocupantes ilegales son reincidentes. De su lado, la Autoridad Metropolitana de Transporte dice que no cuenta con los recursos suficientes para cumplir su labor.


Fotos: Danny Polanco

Estacionamientos, talleres de mecánica, la exhibición de mercancías y todo tipo de negocios informales históricamente se han adueñado de las aceras y las áreas verdes concebidas para el esparcimiento. Síndicos de los municipios de la provincia Santo Domingo y del Distrito Nacional aseguran que la defensoría de estos espacios está entre sus prioridades. Sin embargo, poco se ha logrado para que los munícipes disfruten a plenitud del área común.

Los aparcamientos en doble vía en calles estrechas también forma un caos. Pero las aceras son las más invadidas. Al peatón le queda la única opción de bajar a la calle poniendo en riesgo sus vidas.

Este problema tiene un carácter social. El desempleo se cuenta entre los factores que contribuye a que mucha gente sitúe su negocio en áreas públicas. La gente que establece su freiduría o taller de mecánica en plena vía se resiste abandonarla ¿De qué va a vivir si lo hace?

No basta con desalojar y reprender a los “invasores”. Los ayuntamientos deben asegurar la reubicación de esos comerciantes. Además, es cuestión de concienciar a la población sobre el respeto de las áreas comunes, que sepan que no porque la acera está frente a su casa pueden disponer de ella como le plazca.

“Hemos ido organizando lentamente. Lo que pasa es que recibimos una ciudad extremadamente anárquica, caótica. Organizarla no es tarea de un día, es de muchos años de ir generando los niveles de conciencia en la municipalidad”, sostiene el alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo.

El síndico de Santo Domingo Norte, Jesús Féliz, explicó que cada tres días realizan operativos de rescate pero los desalojados son reincidentes y vuelven a colocar sus tarantines cuando las autoridades dan la vuelta.

“Las estructuras de seguridad y vigilancia de los ayuntamientos a veces resulta ser muy limitada para garantizar una vigilancia permanente”, dijo.

Este municipio tiene el inconveniente de no contar con plazas organizadas para los comerciantes informales. Similar dificultad tiene el municipio Santo Domingo Oeste, donde las avenidas Las Palmas e Isabel Aguiar son los puntos más críticos.

El secretario general de ese cabildo, Plutarco Jácquez, dijo que están considerando construir más plazas o tarantines en lugares específicos, a los fines de lograr un remozamiento como en el kilómetro 9.

La usurpación de las áreas verdes es otro aspecto a tomar en cuenta. Hay casos ganados, como en el Residencial Isabel Viñas, en Arroyo Hondo, que luego de diez años recuperó más de 32 mil metros cuadrados de área verde que eran usados de forma privada como campo de Golf.

Y otros quedan pendientes, como en La Agustina, calle B, donde una señora se adueñó de un área verde, sin que hasta el momento el Ayuntamiento haya intervenido. Mientras sus vecinos viven indignados.



Propone acción conjunta

El síndico de Santo Domingo Norte, Jesús Féliz, manifestó que en su municipio se necesita la acción conjunta de la Policía Nacional, el Ejército Nacional y hasta la Dirección Nacional de Migración porque una cantidad importante de los negocios informales corresponden a haitianos.

“Hay una invasión progresiva de los nacionales haitianos ahora que se está dinamizando la construcción. Eso genera que cuando terminan los proyectos, su segunda actividad sea el comercio informal”, dijo.

Igual inconveniente señala el director de Defensoría y Uso de Espacios los Públicos del Ayuntamiento de Santo Domingo Este, Ariel Rosario.

“Corregir esta situación es prioridad para nosotros. A diario supervisores e inspectores están en las calles en constante vigilancia”, expresó Rosario.



Amet tiene poco recursos

El comandante de la Policía Metropolitana de Transporte, coronel Ernesto Rodríguez García, apuntó que no cuentan con los recursos para realizar los operativos para corregir a los vehículos estacionados en doble vía en calles estrechas o mal parqueados.

“Tenemos muy pocas grúas. No son suficientes los recursos para actuar al máximo y que la ciudadanía note el trabajo”, afirmó.

Rodríguez García indicó que la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) realizó un levantamiento en los barrios y avenidas principales para conocer las áreas más críticas y que hacen un “esfuerzo sobrehumano” para disponer de las herramientas y actuar. Entre esos sectores están Villa Juana, Villa Consuelo, Cristo Rey, Ensanche Quisqueya y María Auxiliadora.

Misión de los cabildos

La ley 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios, en su artículo 19, atribuye a los ayuntamientos el ordenamiento del tránsito de vehículos y personas en las vías urbanas y rurales. Así como gestionar el espacio público.

Publicado en El Caribe: Las aceras se pierden

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