Un lugar donde todos caben

Foto: Carlos Mejìa

Marzo es el Mes de la Rehabilitación.

Cada miércoles, Annellys Peralta viaja desde Nagua al Distrito Nacional con su sobrino Junior para llevarlo a sus terapias físicas. Junior, de casi tres años, sufre retraso psicomotor. “En un mes que tenemos asistiendo a la Asociación Dominicana de Rehabilitación ya el niño aprendió a decir tía”, dice orgullosa.

Un par de horas antes que Annellys se levanta Luis Ferrera. Él acude a Rehabilitación desde San Juan de la Maguana. Aquí recibe terapias desde hace dos meses, dos veces a la semana, luego de que se fracturara un brazo y seis costillas.

Aunque la Asociación tiene 21 filiales, desde todas partes del país llegan a diario pacientes al Distrito Nacional, que es donde se ofrecen los servicios más completos.
Es por esto que el deseo de su presidenta, Mary Pérez de Marranzini, es lograr que existan servicios de rehabilitación organizados en todas las comunidades del país.

“Nuestro propósito es aumentar las filiales. Imagínate a las personas que les toca recibir terapia todos los días, es muy duro para las que viven lejos trasladarse a la Capital. La rehabilitación es un servicio que debe ser accesible para todos”, dice.

En esta entidad todos caben y todos son útiles, sin importar su discapacidad.
No sólo se dispensa asistencia médica con terapias físicas, también se desarrollan las habilidades de las personas dependiendo de sus limitaciones.

Hay escuelas de educación especial, se imparten talleres de ebanistería, ensamble, belleza y electrónica, con el objetivo de insertar a las personas discapacitadas en el ámbito laboral.

Para el equipo de Rehabilitación mantenerse en pie, ha tenido que librar cada año una ardua lucha con millonarias dificultades económicas.
Este año el déficit era de RD$40.2 millones, de un presupuesto de RD$227 millones. El Estado se comprometió a cubrir en cuotas mensuales RD$20 millones. El resto se encarga de recaudarlo la Asociación con diversas actividades.

Proyectos. La relacionista pública de la institución, Vicenta L. de Peignand, dijo que trabajan en un programa a nivel nacional para estimular a las personas con discapacidad a que participen en actividades deportivas.
Además, informó que el próximo 3 de abril se ha fijado la inauguración de un centro más amplio en Baní, donde se ofrecerá terapia física y ocupacional, y dentro de poco funcionará un taller de aparatos ortopédicos.

La directora de Planificación, Anniuska Castillo, explicó que para alcanzar la renovación tecnológica se necesitarían unos 60 mil dólares por centro, de esa forma se proveería a las filiales de equipos evaluativos, clínicos y terapéuticos para la terapia física y ocupacional.
“Hasta el momento, la mayoría de los centros completó un 30 por ciento de los fondos”. Castillo informó que tienen en agenda fabricar sillas de ruedas.
Otro proyecto es la especialización de los recursos humanos. La Asociación necesita más protesistas y ortesistas, para la fabricación de aditamentos ortopédicos.

De mis publicaciones en el periódico El Caribe