viernes, 22 de enero de 2010

Distancia, veneno para el amor


Una quiere pensar que la distancia no separa a dos que se aman. Se imagina que los kilómetros de por medio son una oportunidad para probar hasta dónde se es capaz de amar. Sin embargo, la realidad es otra: estar lejos es duro, muy duro. Y peor aún cuando se mezclan dos elementos fatales: lejanía y tiempo indefinido para un reencuentro.
¿De qué se alimentan las esperanzas? ¡Quién sabe! Quizás de cariño o de los recuerdos.
¿Será que la ilusión se mantiene en honor a lo bonito que un día fue? No lo sé.
Filosóficas reflexiones merodean mi cabeza acompañadas de un deseo de fumar, de tomarme un buen vino, o mejor, un trago de ron. Puros deseos irrealizados. No resuelvo ni una cosa ni la otra. Pues conmigo nada que ver el alcohol y mucho menos al tabaco.
Me conformo con que en esta habitación solitaria y fría suenen alternadas las canciones de Fito y Fitipaldis y Bebo y Cigala –a ver si de algo consuelan o arrojan luz-.
♫♪“Si las cosas que uno quiere se pudieran alcanzar… Con que tristeza miramos un amor que se nos va, es un pedazo del alma que se arranca sin piedad”♪♫, escucho a cantar a Cigala antes de interrumpirlo con mis pensamientos.
Aunque sabemos que no hay forma de volvernos a juntar, sigue encendido un silencio que susurra que hay posibilidad.
Una se lava el cerebro todos los días con la idea de que la vida sigue, que no hay que mirar atrás y que lo pasado es pasado. Una quiere pensar: “Qué lástima que se acabó, pero qué bueno que sucedió” Y bla, bla, bla... Pero al corazón le resbala ese jabón.
Insistes. Quieres creer que no es así, que los kilómetros separan los cuerpos pero no las almas. Y pretendes reafirmar que sólo basta con pensarse todo el día y extrañarse, escribirse o hablarse, para que el amor resista el tiempo que falta para estar cerca. Pero no es así. Señores, el ser humano necesita más y hay pasiones que sólo son satisfechas cuando se unen los cuerpos.
Y así es. Porque el amor que hoy esta lejos se formó cuando ayer estaban cerca.
Pase lo que pase quedarán los recuerdos, me apunta Cigala con la estrofa: ♫♪“En la vida hay amores que nunca pueden olvidarse, imborrables momentos que siempre guarda el corazón porque aquello que un día nos hizo temblar de alegría, es mentira que hoy pueda olvidarse con un nuevo amor”…♪♫
Él tendrá nuevos amores. Yo también. ¡Brindo a su salud! Le deseo felicidad.
Mi turno llegará porque la vida sigue aunque la distancia permanezca inmóvil.

2 comentarios:

mariateresamorel.blogspot.com dijo...

Amiga, entiendo de sobra y de mas como te sientes. Sin querer compartimos una misma situación, aderezada con diferentes circunstancias.
La vida nos pone a prueba cada día, el amor viene y va, pero al final la única persona que estará contigo eres tu misma, así que a querernos mucho y a tirar pa lante que lo mejor está por llegar ;)
Un besito T.Q.M.

Felivia dijo...

Mi querida María Teresa,

Es como dices, la vida nos pone a prueba cada día. Y de que manera!!
Gracias por transmitirme tus buenas vibras. Como tú, estoy segura de que lo mejor está por llegar.

Abrazos ;)